Para ganarse la confianza de los consumidores es básico ofrecerles distintas opciones de pago para que ellos escojan aquella que más confianza les genere o más se adecue a sus necesidades. Se debe ofrecer una experiencia de compra más segura, más variada y con más garantías, si cabe, que en una tienda física. Las principales formas de pago online que se usan actualmente son:
- Tarjetas de crédito o débito. Es la opción más extendida y “tradicional”. Se trata de un proceso en el que nos sentimos cómodos porque lo hemos interiorizado y eso nos hace confiar.
- Paypal. La clave de su éxito es la privacidad con la que se realizan las transacciones. La función de Paypal es la de mediar entre el comprador y el vendedor, de forma que el vendedor sólo recibe un correo electrónico del aviso del abono y la cantidad monetaria correspondiente al artículo vendido. Esto quiere decir que en ningún momento conoce los datos personales del comprador, como tampoco su número de cuenta. Esta seguridad unida a la sencillez de uso son las claves de su éxito.
- Contra reembolso. Este método permite el cobro de una venta online en el momento de su entrega. Esto hace que se perciba como un método seguro entre los consumidores que no confían plenamente en el eCommerce, ya que, además, puede comprobar la calidad del pedido antes de abonarlo.
- Transferencias bancarias. Por medio de este método las tiendas online proporcionan al cliente los datos de una cuenta bancaria para que puedan proceder al pago del pedido, que se gestionará una vez se confirme dicho pago. Según el CES, los españoles sienten una especial predilección por este método de pago cuando se trata de importes elevados.